Florencia, ¿una visita imprescindible para todo el mundo?

En el mundo de las listas infinitas de cosas que hacer y sitios que visitar, Florencia ocupa un lugar especial en casi todas. Y sí, tiene un encanto innegable: es un tesoro de arte y cultura, una ciudad que ha marcado la historia de la humanidad. Pero, ¿realmente es un destino imprescindible para todos?

3/14/20254 min read

photo of white staircase
photo of white staircase

Para ser sincera, Florencia no estaba en mi lista de viajes soñados. El turismo masivo que la invade y la sensación de que ha perdido parte de su autenticidad no encajaban con lo que suelo buscar en un viaje: naturaleza, experiencias diferentes y contacto con la gente local. Pero a mi novio le hacía especial ilusión, así que terminamos yendo.

Es fácil entender el hype de Florencia cuando llegas a la Plaza del Duomo y levantas la vista. O cuando caminas junto al río y ves el famoso Ponte Vecchio con sus ventanas y sus colores. O cuando te pides un helado de pistacho en cualquier gelateria.

Sin embargo, enseguida se deja ver el efecto del turismo de masas: cuesta hacerse hueco en las estrechas aceras, las tiendas locales han sido reemplazadas por negocios de souvenirs idénticos a los de cualquier otra ciudad del mundo, y los precios de los monumentos son desorbitados. Pasear por el centro es una sensación extraña: estás rodeado de una escenografía preciosa, pero al mismo tiempo, atrapado entre turistas, haciendo cola para todo y con la sensación de estar en una ciudad que ha sido "puesta en escena" para los visitantes.

Florencia, ¿una "prostituta del turismo"?

Florencia fue objeto de polémica recientemente cuando la directora de uno de sus museos principales la comparó con una prostituta del turismo. Aunque sus palabras fueron desafortunadas, la reflexión que planteaba es importante: el turismo masivo está erosionando la esencia de la ciudad.

Los precios de la vivienda han expulsado a los florentinos del centro, los comercios de barrio han sido reemplazados por tiendas enfocadas en los visitantes, y los servicios públicos están cada vez más saturados.

Si viajar a Florencia contribuye a este problema, ¿deberíamos evitarla?

Si decides ir, hazlo con conciencia

No creo que sea una buena idea decirle a la gente dónde puede o no viajar. Sin embargo, creo que le hacemos un flaco favor a este tipo de lugares si fomentamos el turismo. Si decidimos viajar a ellos, es importante ser conscientes de nuestro impacto, optar por itinerarios alternativos, y consumir en negocios locales.

Afortunadamente, en Florencia es fácil distinguir los lugares más afectados por la gentrificación y reemplazarlos por alternativas más sostenibles. Aquí van algunos consejos:

Dónde comer

  • En Florencia, es difícil comer mal, independientemente de la fama del lugar.

  • Muchos de los restaurantes más recomendados en internet suben los precios sin ofrecer mejor calidad. Nosotros probamos algunos de esos sitios y nos dejaron fríos. En cambio, cuando nos guiamos por la intuición, nos fue mucho mejor.

  • Como regla general: cuanto más te alejes de las zonas turísticas, mejor.

Visitas

  • Madruga o quédate hasta tarde. Antes de las 9 de la mañana, la ciudad parece otra. Lo mismo ocurre después de las 10 de la noche. Este consejo es especialmente válido para lugares como la Plaza del Duomo, el mirador y el Ponte Vecchio.

  • Explora más allá del circuito turístico. Cruzar el río ya marca la diferencia: menos turistas, precios más razonables y un ambiente más tranquilo. Algunos barrios de las afueras conservan todavía un toque auténtico.

  • Descubre monumentos menos conocidos. Mientras todos hacen cola en los Uffizi, el Palacio Pitti es una joya sorprendentemente tranquila. Fuimos en plena temporada alta y estábamos prácticamente solos.

  • Considera un tour para los Uffizi y la Academia. Si no eres un experto en arte, estos museos pueden ser abrumadores, y la cantidad de gente no ayuda. Nosotros hicimos un tour con una guía florentina que nos mostró lo esencial, nos evitó colas y nos dio consejos clave.

  • Si te gustan los mercados, visita el Mercato delle Pulci. Sigue siendo un lugar local, y fuera del mercado incluso puedes comprar fruta y verdura. Fuimos temprano por la mañana y solo nos cruzamos con gente del barrio haciendo sus compras.

Dónde alojarte

  • Evita el centro histórico. Es caro y contribuye a la gentrificación. Florencia está bien conectada en transporte público, por lo que alojarse en las afueras puede ser una mejor opción para el bolsillo y la experiencia.

  • Nosotros optamos por un camping en una zona verde a las afueras y fue una de las mejores decisiones del viaje. Agradecimos mucho tener un espacio tranquilo para descansar del caos de la ciudad.

Y así, en general...

  • No sigas a la multitud. Puede parecer un consejo básico, pero funciona. Si ves un grupo enorme de turistas girar en una calle, prueba otra. Perderse en Florencia puede ser la mejor manera de descubrir su lado más auténtico.

    • Un ejemplo: cuando subimos a la montaña para ver el atardecer, lo hicimos por un camino alternativo. En lugar de estar rodeados de cientos de personas, encontramos un rincón donde estábamos completamente solos.

  • Compra en tiendas locales. Es fácil caer en la tentación de los souvenirs típicos, pero hay negocios de artesanos que realmente valen la pena.

Entonces, ¿Florencia es imprescindible?

En mi opinión, depende. Si eres un amante del arte, sin duda, aquí encontrarás algunos de los mayores tesoros de la historia. Pero si buscas otro tipo de experiencias, quizás valga la pena considerar alternativas más sostenibles y menos masificadas en la misma Toscana:

  • Si es por la gastronomía, ve a Arezzo o Pienzo.

  • Si es por el ambiente, elige Siena.

  • Si es por la belleza de la ciudad, San Gimignano, Lucca, Pitigliano son impresionante.

  • Si es por el vino, descubre la región de Chanti.

  • Si es para conocer la Toscana, el Valle de Orcia o Monteriggioni son tus destinos.

  • Si es para senderismo, escoge Garfagnana.

  • Si es por la cultura, Livourne no te dejara indiferente (¡y además, tiene mar!).

Cada viaje es una experiencia única, y yo disfruté mucho este. Pero también me hizo reflexionar sobre cómo el turismo transforma las ciudades y qué podemos hacer para viajar de manera más responsable.

Florencia sigue siendo una joya, pero también es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando el turismo masivo se descontrola.